Resumen de la Charla Coloquio que sirvió como inauguración de la Exposición «Santo Rosario» que se ha celebrado la pasada semana en nuestra Casa Hermandad.
CHARLA – COLOQUIO
EL MUNDO DEL ROSARIO
Juan José Domínguez González
Casa Hermandad, Oración en el Huerto
Dos Hermanas, 24 de octubre de 2012
ORÍGENES
En los primeros tiempos del proceso de formación de la Civilización el hombre primitivo fue descubriendo cosas sustanciales para el progreso como el fuego, la rueda o el instrumento de cuentas.
El instrumento de cuentas no era otra cosa más que semillas grandes o trozos de huesos prendidos en una liana o algo similar y resultó un elemento fundamental para contar ganado, árboles, personas de una tribu, el paso de los días…
Ese instrumento tuvo pronto un uso de carácter religioso.
INSTRUMENTO DE CUENTAS DE ORACIONES
En la Civilización Brahmánica, entre los ríos Tigris y Éufrates, miles de años antes de Cristo, existía una costumbre funeraria que prácticamente alcanza a nuestros días en lugares de Pakistán, India y Bangladesh traducida en arrojar los cadáveres, debidamente amortajados, al río.
Ese acto, realizado con carácter piadoso, dentro de costumbres ancestrales de sentido espiritual y religioso, se acompaña de invocaciones que tendrían que ser leídas de algún manual sanscrito, el idioma de entonces en aquellos lugares, pero como casi la totalidad de la población no sabía leer se aprendían de memoria algunas jaculatorias simples y las repetían una y otra vez. Para saber cuántas hacían y si cumplían con las prescritas en el rito, primero cogían flores, las más extendidas por la zona eran las rosas de la India, quitaban los pétalos y con cada imploración se tiraba un pétalo al agua y así la rosa se convertía en instrumento de cuentas de oraciones.
OTRA HISTORIA
COINCIDENTE, COMPLEMENTARIA Y ENRIQUECEDORA
Tenemos también, como Historia coincidente, complementaria enriquecedora, el hecho de que en las civilizaciones de Grecia y Roma se ceñían con coronas de rosas las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de los corazones devotos como muy acertadamente podemos leer en uno de los textos que vemos por aquí, obra de Eduardo Salguero, auténtico artífice de la Exposición.
De ahí viene la palabra “Rosario”, de “Corona de rosas”.
Tal y como nos dice Eduardo, siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.
Tenemos aquí, como hacían los hindúes hace miles de años, la rosa convertida en instrumento de cuentas, instrumento para contar oraciones.
HISTORIA DEL REZO DEL SANTO ROSARIO
Prosigo con el texto de Eduardo: La Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este rosario se le llamó: Salterio de la Virgen.
En definitiva vemos que el modus operandi es el mismo que ya utilizaban los brahamánicos en sus denominadas japamalas: muchísima gente no sabían leer y se aprendían de memoria las oraciones más sencillas y conocidas y las repetían una y otra vez.
Se formaron distintos modelos de rezos todos dentro de un mismo esquema pero con interesantes variantes dadas principalmente por las distintas órdenes religiosas para uso de sus frailes.
El más importante, sin duda alguna fue el diseñado por Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, más conocidos como los Dominicos.
También tuvieron sus rosarios propios la Orden del Cister, los de Cluny, los Trapenses, Benedictinos, Cartujos… los Franciscanos tenían uno que alcanzaba las 300 avemarías denominado “Corona de florecillas a la Virgen”.
EL MISMO ESQUEMA
El esquema de Oración de Oraciones no solo se usa para invocar a la Virgen sino que aparecen interesantes variantes como el “Rosario de San José” o de algún otro santo o santa específica como el “Rosario de Santa Rosalía”.
EL INSTRUMENTO DE CUENTAS
El instrumento de cuentas, considerando lo que hemos visto hasta ahora, alcanza tal relevancia en la Civilización, no solamente en el aspecto religioso, que en los estudios de Antropología existe una disciplina concreta que se titula así: “Instrumentos de cuentas”.
EL INSTRUMENTO DE CUENTAS RELIGIOSO
En el ámbito estrictamente religioso, lo que comúnmente llamamos Rosario, no es solamente un instrumento de cuentas para rezar el Santo Rosario con cinco tramos de cuentas, uno por cada misterio, sino que hay otras modalidades como el trisagio, de tres tramos, para ejercicios devocionales a la Santísima Trinidad; el de siete tramos para evocar los Siete Dolores de Nuestra Señora bajo las dos modalidades existentes, la Servita y la Pasionista; y el de 14 tramos de cuentas para evocar el Via Crucis habiendo aparecido el mismo modelo para evocar la novedosa práctica del Via Lucis.
Incluso hay uno de cinco tramos pero que no es para el rezo del Santo Rosario, con tres cuentas por cada tramo, son para invocar las Cinco Llagas de Cristo.
De todos estos modelos tenemos varios ejemplares en nuestra Colección.
MODELOS DE REZO
Al margen de lo que es estrictamente el instrumento de cuentas, no podemos pasar por alto que hay varias formas de rezarlo además de la convencional. Existe el Rosario Permanente (distintas personas se hacen el relevo y nunca se deja de rezar) y el Rosario Perpetuo (hay organizadas redes que cada 15/20 minutos, al finalizar el rezo en un lugar se inicia en otro; está extendida por todo el mundo). Ambos formatos son de origen francés de finales del XIX y principios del XX.
También se da la práctica de rezar todos los misterios de todos los grupos, es decir, los Gloriosos, Gozosos, Dolorosos y Luminosos, todos seguidos; suele aparecer este formato en el contenido de Adoración Nocturna.
Los cofrades que participan en estaciones de penitencia y que rezan el rosario durante la misma, en realidad, y cada vez en mayor medida, utilizan un decenario y rezan sin seguir la pauta de los cinco misterios sino que lo hacen discrecionalmente y en las horas que dura la estación de penitencia ni siquiera quien realiza esta práctica sabe cuántos grupos de diez avemarías ha rezado en total.
MODELOS DE INSTRUMENTOS DE CUENTAS
Podemos calificarlos en base a estilos propios. Tal sucede con el Rosario Misionero (cada tramo de cuentas de un color representando los cinco continentes) u otros de aspectos localista como el Rosario Extremeño cuyas cuentas son reproducciones de bellotas y el Santiaguiño, propio del Camino de Santiago, cuyas cuentas son conchas de peregrinos.
En otro orden, hay gran variedad de formas, desde el convencional en distintos tamaños hasta el decenario destacando en la Colección uno judeocristiano; el decenario es muy propio entre los cofrades en estaciones de penitencia, como hemos visto.
Hay también otros modelos menores como el dedario.
No faltan los rosarios de carácter de complemento como los de forma de collar, pulsera, anillo o pin de solapa.
Otra variedad interesante es el Rosario Folclórico como el propio de la ropa de fallera y el que se utiliza como complemento de la ropa típica de palmera en Las Palmas, Canarias.
De todos estos modelos y variantes tenemos ejemplares en nuestra Colección.
INSTRUMENTO DE CUENTAS UNIVERSALIZADO
Sería un error pensar que los católicos tenemos la exclusiva del instrumento de cuentas para nuestras oraciones.
En todas las iglesias ortodoxas tienen rosarios, diferentes a los nuestros, habitualmente confeccionados con hilos o cualquier otro tipo de hilatura, pero los tienen. Los hay griegos, armenios, rusos, sirios, coptos y abisinios.
También los hay cristianos anglicanos, presbiterianos y luteranos.
Fuera de las distintas confesiones cristianas, el instrumento de cuentas de oraciones aparece también en el Judaismo (tashir), Islamismo ortodoxo (jácula, de distintos modelos; magrebí, palestina, jordana…), Islamismo renovado (el popular komboloi turco) e incluso el Budismo tiene el denominado Malha.
Todos y cada uno de estos rosarios o instrumentos de cuentas de otras confesiones no cristianas tienen una representación en nuestra Colección.
UN INCISO
Un inciso para tratar un asunto. Se puede pensar que esos ejemplares no cristianos no han de estar en una Colección de Rosarios de una Hermandad.
Es una opinión que respeto.
Pero es interesante tener en cuenta y aceptar que nuestra Colección supone para la Hermandad un elemento cultual, devocional, advocacional, histórico, patrimonial… y también cultural. Si rechazamos al menos un ejemplar de cada religión estamos rechazando abrir nuestra mente al conocimiento y, por ende, a la Cultura.
UNA CLASIFICACIÓN BÁSICA
Dentro de todo este gran mundo que es el Universo del Rosario, no podemos dejar atrás algo de lo más elemental: la presencia de rosarios muy variado en razón del material del que están hecho.
Normalmente los engarces, avemaria y cruz son metálicos y el principal hecho diferenciador lo presentan las cuentas que pueden ser de madera, cristal, oro o plata, cerámica, hilatura, pétalos prensados, piedras, metálicos, plástico, baquelita, semillas… una gama amplísima que llega, por poner un ejemplo singular, al Rosario de Gominola.
Todos los tipos están representados en nuestra Colección.
RESUMEN
Para terminar hemos de indicar que en libros de la Antigua Cofradía de María Santísima del Rosario del siglo XVIII aparece que la Virgen tenía diversos rosarios, a buen seguro fruto de donaciones.
A principios del siglo XIX esos rosarios desaparecieron, muy posiblemente por motivo de la Invasión Francesa.
En 2003 entre el ajuar de Nuestra Madre y Señora de los Dolores y el de la Virgen del Rosario se reunían un interesante número de rosarios y se decidió catalogarlos. Podemos decir que ahí empezó nuestra Colección, por un carácter de recuperación histórica, influido también por la figura de Paulino García, amigo personal de quien os habla, fundador del Museo del Rosario en Aroche. No faltó en esta iniciativa un sentido de culto, devoción, advocación y Cultura.
Al día de hoy la Colección la forman 434 ejemplares de los que 340 son rosarios clásicos de cinco tramos de cuentas, 49 decenarios, 7 dedarios, 5 de Via Crucis, 4 de los Siete Dolores, 3 pins, 2 pulseras, 2 trisagios, 1 Corona de Flores Franciscana, un collar, uno para las Cinco Llagas, uno de anillo y uno de llavero.
De otras confesiones los más numerosos son 8 de las distintas iglesias ortodoxas.
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De los 434, 307 son españoles y 32 de Israel y 9 de Palestina que en realidad son de santuarios y santos lugares de Tierra Santa.
Otro tema importante a tratar en otra ocasión, la interesante Colección que tenemos en la Hermandad de cosas de Tierra Santa.
Siguiendo con el recuento, tenemos 26 de Italia, incluidos 5 de El Vaticano; 11 de Francia; 8 de Portugal; 3 de Ecuador; 2 de Alemania, Argentina, Armenia, Estados Unidos, Grecia, Jordania, Polonia, Turquia y Ucrania; y un rosario de Andorra, Austria, Bosnia-Herzegobina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, China, Estonia, Finandia, India, Malta, Méjico, Nepal, Perú, Reino Unido, República Checa, República Dominicana y Suecia.
En total, rosarios de 36 países.
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De los 307 españoles, 134 son de Andalucía; 35 de Cataluña; 22 de Castilla-León; 21 de Aragón; 15 de Murcia y de Extremadura; 14 de Madrid; 11 de la Comunidad Valenciana; 9 del País Vasco; 8 de Baleares; 7 de Catilla-La Mancha; 5 de Navarra y de Galicia; 2 de Asturias; y uno de Canarias, Cantabria y la Rioja.
EPÍLOGO
Tengamos en cuenta que en nuestra Hermandad tenemos una importante Colección de Rosarios, quizás la más importante por número y calidad, tras el Museo del Rosario y que para la Hermandad supone un pequeño tesoro que todos debemos conocer y contribuir a su mejor crecimiento.
Como bien sabéis este acto está anunciado como charla-coloquio. Ha terminado mi monólogo y ahora os toca a vosotros preguntar cuánto queráis saber de nuestra Colección de Rosarios.
Muchas gracias.