MONICIÓN INICIAL DEL PAPA FRANCISCO
El Evangelio de este quinto domingo de Cuaresma nos narra la resurrección de Lázaro. Es la cumbre de los “signos” prodigiosos realizados por Jesús: es un gesto demasiado grande, demasiado claramente divino para ser tolerado por los sumos sacerdotes, quienes, al conocer el hecho, tomaron la decisión de matar a Jesús… “Yo soy la resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá”. La vida de quien cree a Jesús y sigue sus mandamientos, después de la muerte será transformado en vida nueva, plena e inmortal. Cristo no se resigna a los sepulcros que nos hemos construido con nuestras opciones de mal y de muerte, errores, pecados. Él nos invita, casi nos ordena salir de la tumba en la que nuestros pecados nos han sepultado. Nos llama a salir de la oscuridad de la prisión en la que estamos encerrados contentándonos con una vida falsa, egoísta, mediocre: “Sal afuera”. Es una hermosa invitación a la libertad auténtica, a dejarnos liberar de “las vendas”, del orgullo. Nuestra resurrección comienza aquí: cuando decidimos obedecer a este mandamiento de Jesús saliendo a la luz, a la vida; cuan caen de nuestro rostro las máscaras –muchas veces estamos enmascarados por el pecado- y volvemos a encontrar el valor de nuestro rostro original creado a imagen y semejanza de Dios. El gesto de Jesús que resucita a Lázaro muestra hasta dónde puede llegar la fuerza de la gracia de Dios, nuestra conversión, nuestro cambio. No existe límite alguno para la misericordia divina ofrecida a todos.
PRIMERA LECTURA
Del Libro de Ezequiel, 37, 12 -14
Esto dice el Señor Dios: Yo mismo abriré vuestros sepulcros y os sacaré de ellos, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel. Y cuando abra vuestros sepulcros y os saque de ellos, pueblo mío, comprenderéis que soy el Señor. Pondré mi espíritu en vosotros y viviréis; os restableceré en vuestra tierra que Yo, el Señor, lo digo y lo hago -oráculo del Señor-
SALMO (129, 1 – 8)
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
SEGUNDA LECTURA
De la Carta de San Pablo a los Romanos, 8, 8 – 11
Así que, los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Cristo.
Empero si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto a causa del pecado; mas el espíritu vive a causa de la justicia.
Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús también dará vida a vuestros cuerpos mortales por el mismo espíritu que habita en vosotros.
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
11, 3 – 7 17 20 – 27 33b – 45
Las hermanas de Lázaro le mandaron recado a Jesús diciendo: “Señor, el que tu amas está enfermo”. Jesús al oírlo dijo: “Esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”. Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba. Solo entonces dijo a sus discípulos: “Vamos otra vez a Judea”. Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano pero aún ahora se que todo cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá”. Jesús le dijo: “tu hermano resucitará”. Marta respondió: “Se que resucitará en la resurrección en el último día”. Dijo Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí no morirá para siempre; ¿crees esto?”. Ella le contestó: “Si, Señor, yo creo tu eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”. Jesús se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó: “¿Dónde lo habéis enterrado?”. Le contestó, “Señor, ven a verlo”. Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban “¡cómo lo quería!”. Pero algunos dijeron, “Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que este muriera?”. Jesús conmovido de nuevo en su interior llegó a la tumba. Era una cavidad cubierta por una losa. Dijo Jesús: “Quitad la losa”. Marta, la hermana del muerto, le dijo: “Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días”. Jesús le replicó: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?”. Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: “Padre te doy gracias porque me has escuchado; yo se que me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tu me has enviado”. Y dicho esto gritó con voz potente: “¡Lázaro, sal fuera!”. El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: “Desatadlo y dejadlo andar”. Y muchos judíos que había venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.
Es Palabra de Dios.
HOMILÍA
PETICIONES
PROTESTACIÓN DE FE
A HONOR Y GLORIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO, TRES PERSONAS REALMENTE DISTINTAS Y UN SOLO DIOS VERDADERO. LOS HERMANOS DE LA ANTIGUA HERMANDAD DE MARÍA SANTÍSIMA DEL ROSARIO Y COFRADÍA DE NAZARENOS DE LA SAGRADA ORACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN EL HUERTO Y NUESTRA MADRE Y SEÑORA DE LOS DOLORES, CANÓNICAMENTE ESTABLECIDA EN LA PARROQUIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA DE LA CIUDAD DE DOS HERMANAS, EN ESTE DÍA, EN EL QUE SEGÚN MANDAN NUESTRAS REGLAS, CELEBRAMOS LA FIESTA PRINCIPAL DE INSTITUTO Y SIGUIENDO LA TRADICIÓN GLORIOSA DE NUESTROS MAYORES, PARA ALABANZA DE DIOS TODOPODEROSO Y DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS Y MADRE DE LOS HOMBRES, ANTE NUESTRAS REGLAS, Y ANTES ESTOS SANTOS EVANGELIOS PROCLAMAMOS SOLEMNEMENTE Y HACEMOS PÚBLICA NUESTRA PROTESTACIÓN DE NUESTRA FE, DICIENDO:
QUE CREEMOS EN UN SOLO DIOS, PADRE TODOPODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA, DE TODO LO VISIBLE E INVISIBLE.
QUE CREEMOS EN UN SOLO SEÑOR, JESUCRISTO, HIJO UNICO DE DIOS. NACIDO DEL PADRE ANTES DE TODOS LOS SIGLOS: DIOS DE DIOS. LUZ DE LUZ. DIOS VERDADERO DE DIOS VERDADERO. ENGENDRADO, NO CREADO, DE LA MISMA NATURALEZA DEL PADRE, POR QUIEN TODO FUE HECHO; QUE POR NOSOTROS, LOS HOMBRES Y POR NUESTRA SALVACION BAJO DEL CIELO, Y POR OBRA DEL ESPIRITU SANTO SE ENCARNO DE MARIA, LA VIRGEN, Y SE HIZO HOMBRE; Y POR NUESTRA CAUSA FUE CRUCIFICADO EN TIEMPO DE PONCIO PILATO; PADECIO Y FUE SEPULTADO, Y RESUCITO AL TERCER DIA, SEGÚN LAS ESCRITURAS, Y SUBIO AL CIELO, Y ESTA SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE; Y DE NUEVO VENDRA CON GLORIA PARA JUZGAR A VIVOS Y MUERTOS, Y SU REINO NO TENDRA FIN.
QUE CREEMOS EN EL ESPIRITU SANTO, SEÑOR Y DADOR DE VIDA, QUE PROCEDE DEL PADRE Y DEL HIJO, QUE CON EL PADRE Y EL HIJO RECIBE UNA MISMA ADORACION Y GLORIA, Y QUE HABLO CON LOS PROFETAS.
QUE CREEMOS EN LA IGLESIA, QUE ES UNA SANTA, CATOLICA Y APOSTOLICA. CONFESAMOS QUE HAY UN SOLO BAUTISMO PARA EL PERDON DE LOS PECADOS. ESPERAMOS LA RESURRECCION DE LOS MUERTOS Y LA VIDA DEL MUNDO FUTURO.
ASIMISMO, CREEMOS EN LA REAL PRESENCIA DE JESÚS EN EL AUGUSTO SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA Y EN LA INTERCESIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, COMO DISPENSADORA Y MEDIADORA UNIVERSAL DE TODAS LAS GRACIAS QUE BAJEN DE LOS CIELOS.
HACEMOS VOTOS Y SOLEMNE JURAMENTO DE DEFENDER EL DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LOS CIELOS EN CUERPO Y ALMA, PROCLAMANDO QUE ASÍ COMO FUE EXENTA DEL CONTAGIO DE LA CULPA, IGUALMENTE QUEDÓ INMUNE DE LA CORRUPCIÓN DEL SEPULCRO.
PROMETEMOS SER FIELES CUMPLIDORES DE LAS REGLAS DE NUESTRA HERMANDAD Y BUSCAR LA PERFECCIÓN DE NUESTRAS VIDAS CRISTIANAS EN EL CULTO AL SAGRADO SACRAMENTO DEL ALTAR, A JESUCRISTO HOMBRE, HIJO DE DIOS.
ACEPTAD LA OFRENDA DE NUESTRO AMOR, RECIBID POR VUESTRA Y PROTEGED POR SIEMPRE A ESTA HERMANDAD, DADNOS SEÑOR EN TODO MOMENTO VUESTRA GRACIA, PARA DEFENDER LA FE QUE PROFESAMOS EN NUESTRO BAUTISMO, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.
ASÍ SEA.