TERCER DÍA DE TRIDUO A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO ORANDO EN EL HUERTO

DÍA TERCERO

PLEGARIA INICIAL:

Señor Jesús, aquí tenéis a los hermanos de vuestra Oración en el Huerto unidos en comunidad de fe, de culto responsable y de apostolado comprometido. De rodillas, como Tú, oramos al Padre para que, a pesar de las dificultades que nos salgan al paso, sepamos cumplir siempre su Divina Voluntad.

De rodillas, como Tú, pedimos al Padre que si no entra en los planes de su Divina Providencia aligerar nuestra Cruz y nuestro Cáliz, sepamos abrazarnos a Ella y sepamos beberlo con amor y entrega seguros de que, así, nos asociamos a vuestra misión redentora.

Nosotros, tus hermanos, queremos hacer de nuestra Hermandad, en medio de la Comunidad Cristiana y Parroquial, la presencia viva y operante de Vuestro Espíritu que descubre en la oración la Voluntad de Dios Padre y que hace de la oración el punto de arranque de su pasión apostólica en favor de los demás.

SÚPLICA:

Hermanos: en la Oración en el Huerto, Jesús nos ofrece otras palabras, otros gestos y otras actitudes que encierran lecciones y programas para nosotros.

Cuando dice a su Apóstol que envaine la espada, nos quiere enseñar que no devolvamos mal por mal; nos quiere decir que la violencia no se vence con la violencia, sino con la amabilidad y la dulzura.

Cuando se entrega a sus enemigos pidiéndoles que dejen libres a los suyos, nos quiere decir que debemos recortar, dentro y fuera de la Hermandad, nuestros intereses personales para un mejor servicio a los demás.

Cuando, sin la más mínima actitud de reto, dice a sus perseguidores que Él ha hablado siempre claro y en público, nos está diciendo que su Ministerio Mesiánico – y por lo tanto el de la Iglesia y el nuestro- está al alcance de todos.

Y Jesús ora en el Huerto de los Olivos. El ramo de olivo es símbolo de la paz, porque el aceite evita estridencia. Hermanos: vivamos en paz con nosotros mismos, con Dios para poder vivir en paz con los demás. Caigamos en la cuenta de que nuestra fidelidad a Dios pasa por la fidelidad a las necesidades de los demás.

PLEGARIA COMUNITARIA:

Oremos, hermanos:

l.- Para que como Jesús en la Oración en el Huerto sepamos hacer de la oración el encuentro con Dios y el punto de arranque de nuestro apostolado. Roguemos al Señor.

2.- Para que, siguiendo la enseñanza de Jesús en el Huerto, sepamos vigilar a fin de que el pecado no nos robe la gracia y la filiación divina. Roguemos al Señor.

3.- Roguemos al Señor Para que, como Jesús en la Oración en el Huerto, sepamos asumir en nuestra vida la Voluntad de Dios y ser fieles a ella.

4.- Para que nuestra Hermandad sea presencia de Cristo y de la Iglesia entre todos los hombres. Roguemos al Señor.

5.- Para que vivamos en Caridad dentro de ella a fin de poder darnos en Caridad a los demás. Roguemos al Señor.

6.- Para que, como miembros de la Comunidad Parroquial, sepamos sumar nuestros esfuerzos para que entre todos hagamos de nuestra Parroquia una comunidad de cristianos que se vivifican en los Sacramentos, que se unen en la Caridad y que se manifiestan en el apostolado. Roguemos al Señor.

ORACIÓN FINAL:

Te pedimos Señor que, por medio de tu Hijo Jesús, aceptes nuestras oraciones y ofrendas, y nos hagas testigos responsables de tu amor. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amen.

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